oxuL
sábado, 14 de septiembre de 2013
La sorprendí mirándome (o tal vez ella me sorprendió a mí, no lo sé).
Desviamos la vista al mismo tiempo en direcciones opuestas, con disimulo.
Nuevamente nos encontramos, otro desvío, un reencuentro, intriga.
Fijamos la vista en otro foco, mas no la atención
Ahora nos miramos atentamente, escudriñando nuestros pensamientos. Dejamos el temor atrás, incluso llegamos a desafiarnos. Una sonrisa.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)